En retrospectiva me doy cuenta de que me encantaba ir en tren, porque encuentro una correlación bastante bonita entre viajar en tren y mis estados de ansiedad: cuando viajo en tren (o en cualquier medio de transporte), me muevo de un punto a otro, estoy en proceso de cambiar de lugar, y verdaderamente me muevo, estoy en acción. Para las personas ansiosas esto supone (por lo menos para mí es así) un estado de serenidad, porque en nuestra cabeza hacemos varias cosas a la vez, pensamos en varias tareas que teníamos que haber realizado, que tenemos que realizar, que vamos a realizar, y al mismo tiempo surgen las críticas y el autoboicoteo por no poder concentrarnos en la que estamos realizando en ese mismo momento... es bastante agotador.
Pero, para mí, cuando viajo ya estoy realizando una tarea digamos de forma pasiva y puedo concentrarme muy bien para escribir...
Basta de dejar al miedo
bloquear mi creatividad
Tantos años de escuela sólo han provocado esta
incapacidad
Tanto rechazo al fracaso
que otros consideran
vergüenza
y ellos mismos califican dentro de sus propias ideas y concepciones
Basta de pensar en ser evaluada
y rechazada
como un trasto inservible
Quiero vivir acorde a mis propiasconvicciones
Descubrirme a mí misma en ellas
Dejar de buscar la perfección,
sino la inspiración.
Y dejar lugar a la genuina creación
No detenerme a mí misma
por miedo a la opinión ajena
Dejar fluir mis capacidades
Mi propio ser
Navegar entre mis batallas
Pasear entre todo aquello que rechazo pero
aparece en mis sueños
No quiero ser mediocre.
Elena Delgado
No hay comentarios:
Publicar un comentario