lunes, 27 de noviembre de 2017

En mi libreta

Esta noche comparto con vosotros una reflexión escrita durante uno de los muchos trayectos que realizaba en tren cuando vivía en Alemania. 
En retrospectiva me doy cuenta de que me encantaba ir en tren, porque encuentro una correlación bastante bonita entre viajar en tren y mis estados de ansiedad: cuando viajo en tren (o en cualquier medio de transporte), me muevo de un punto a otro, estoy en proceso de cambiar de lugar, y verdaderamente me muevo, estoy en acción. Para las personas ansiosas esto supone (por lo menos para mí es así) un estado de serenidad, porque en nuestra cabeza hacemos varias cosas a la vez, pensamos en varias tareas que teníamos que haber realizado, que tenemos que realizar, que vamos a realizar, y al mismo tiempo surgen las críticas y el autoboicoteo por no poder concentrarnos en la que estamos realizando en ese mismo momento... es bastante agotador.
Pero, para mí, cuando viajo ya estoy realizando una tarea digamos de forma pasiva y puedo concentrarme muy bien para escribir...

Basta de dejar al miedo

bloquear mi creatividad

Tantos años de escuela sólo han provocado esta
incapacidad

Tanto rechazo al fracaso
que otros consideran
vergüenza
y ellos mismos califican dentro de sus propias ideas y concepciones

Basta de pensar en ser evaluada

y rechazada
como un trasto inservible

Quiero vivir acorde a mis propias
convicciones

Descubrirme a mí misma en ellas

Dejar de buscar la perfección,
sino la inspiración.

Y dejar lugar a la genuina creación


No detenerme a mí misma

por miedo a la opinión ajena

Dejar fluir mis capacidades


Mi propio ser


Navegar entre mis batallas


Pasear entre todo aquello que rechazo pero

aparece en mis sueños

No quiero ser mediocre.


Elena Delgado

No hay comentarios:

Publicar un comentario