Es curioso, por no decir más bien estúpido, lo poco consiente que soy.O más bien decir, la cantidad de veces que pierdo la conciencia.Sobre mi suerte, sobre lo afortunada que soy, sobre todo lo que tengo, sobre mi felicidad.Porque me han convencido de que no es posible ser feliz, sin tener una vida perfecta.Y una vida perfecta en sí no es posible, porque la perfección es algo normativo que no puede establecerse como una ley que afecta a todos por igual, no.Porque como seres únicos que somos, nuestra concepción e idea de lo que es la felicidad es también única.Y me atrevería a decir, que ni siquiera hay una felicidad para cada persona, sino momentos de dicha dependientes de todas las variables que rodean ese instante de vida.“Ahora soy feliz porque he ganado dinero, pero dentro de 10 segundos esto se habrá evaporado porque me habré dado cuenta de que es para pagar aquella factura.“Ahora soy feliz porque algo que tenía planeado ha salido bien, dentro de diez segundos esto se habrá evaporado porque se me ha caído mi copa de vino”.Y así hasta el infinito.Así que pienso que aquello que llamamos felicidad no es más que una decisión personal y continua de ser y permanecer en la consciencia de nuestra suerte, de todo lo que tenemos y de todas las oportunidades que disfrutamos.
Elena Delgado - Memorias de Hamburgo
Elena Delgado - Memorias de Hamburgo

No hay comentarios:
Publicar un comentario