No hay miradas, no hay movimientos, no hay palabras, no hay nada. Simplemente silencio. Simplemente estamos, los que seamos, cada uno sentado en su sitio, respirando, existiendo. Y no pasa nada por no intentar llenar el vacío con sonidos vanos, no pasa nada por no querer hablar, por dejar los minutos marcharse sin hacer nada más que estar. Y en ese no pasa nada, es cuando me encuentro, y me pasa todo.
Elena Delgado - Memorias de Hamburgo.
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