Hace poco más de un año descubrí la existencia de otro género literario: los microrrelatos. Fue gracias a una de las mayores figuras dentro de ese mundo: Clara Obligado. Tuve la suerte de asistir a un taller de escritura creativa (https://escrituracreativa.com/) dirigido por ella, aquí, en mi ciudad. Me alentó mucho a seguir escribiendo y liberar mi creatividad muchas veces reprimida por mi desesperante perfeccionismo.
Y buscando microrrelatos me encontré éste tan particular y original de Leo Maslíah.
¡Disfrutad!
"La oscuridad no me preocupa. Me preocupa la luz. La
oscuridad es solamente ausencia de luz. Pero la ausencia sí me preocupa. La
preocupación no. Me es indiferente. Sin embargo, la indiferencia me preocupa
muchísimo. La considero una actitud vergonzosa. Aunque la vergüenza no me
preocupa. Antes si, me preocupaba. Pero a mi me da lo mismo el antes y el
después; mi vida no es un desarrollo tendiente a nada. Por eso la nada no me
quita el sueño. El sueño, en cambio, es algo que si me interesa. A veces me
quedo toda la noche despierto, pensando en eso. No llego a ninguna conclusión,
pero las conclusiones me exasperan. Prefiero los puntos de partida. No por las
partidas; por los puntos. Siempre trato de acumular puntos. No por los puntos en
sí; es por la acumulación. La acumulación entendida por una cosa sola, no como
un cúmulo de otras. Los cúmulos, yo, si pudiera, los disgregaría. Las cosas
tienen que ir separadas; no juntas. Juntas forman otras cosas, y eso trae
complicaciones. Aunque yo a las complicaciones no les tengo miedo. Lo que me
asusta es lo simple. Lo simple no se sabe de donde sale; ahí es donde está el
misterio. Aunque los misterios, por suerte, no me interesan. Me interesa la
suerte. Que desgracia. Porque la suerte siempre es escasa. Y si dijera que no
me preocupa la escasez, mentiría. Pero mentir no me preocupa. A mi me preocupa
la verdad. Cuando miento no tengo problema; puedo decir cualquier cosa. Aunque
sea verdad, no importa, porque la digo de mentira. Pero cuando hablo con la
verdad, tengo que andar con más cuidado. Por las dudas, en esos casos digo lo
menos posible. Y después me desdigo, así cubro dos posibilidades. Pero no es
que me quiera cubrir. Yo hago todo a la intemperie. Y si no hay luna, mejor. A
mi me gusta la oscuridad. La oscuridad no me preocupa. Me preocupa la luz. La
oscuridad es solamente ausencia de luz. Pero la ausencia sí me preocupa. La
preocupación no. Me es indiferente."
Elena Delgado.

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